Adviento 2022

BUSCANDO POSADA 

María y José buscan  un lugar donde alojarse pues había llegado la hora del alumbramiento. En los momentos previos a la Navidad, la dinámica del dolor-alegría se hace particularmente presente en los padres de Jesús: dolor por no hallar posada para recibir aunque sea con humano decoro al Señor de los señores, y la alegría de la hora cercana de la Natividad.

Tomemos conciencia de este dinamismo presente en la espera y en el misterio de la Natividad y de vivirlo en comunión con María y con José en estos días previos al nacimiento del Señor Jesús y, de este modo, prepararnos para acoger activamente la Palabra reconciliadora.

 

 Tercer domigngo de adviento

 

 

Domingo de la alegría 

En las tinieblas se encendió una luz,

en el desierto clamó una voz.

Se anuncia la buena noticia:

el Señor va a llegar.

Preparad sus caminos,

porque ya se acerca.

 

Adornad vuestra alma como una novia

se engalana el día de su boda.

Ya llega el mensajero.   

Juan Bautista no es la luz,

sino el que nos anuncia la luz.

Cuando encendemos estos tres cirios 

cada uno de nosotros

quiere ser antorcha tuya

para que brilles, llama para que calientes.                         

  

 "Hacemos memoria de su venida histórica en la humanidad de la condición humana...pero él viene a nosotros cada vez que estamos dispuestos a recibirlo. (P. Francisco)

Estad preparados 

El Espíritu es experto en suscitar esperanzas en el aquí y ahora.

El momento presene es digno recipiente de gracia gratuita y solidaria. La oración nos ayuda a desentrañar la presencia de Jesús que se acerca y trae la alegría.

Un pequeño deseo de Dios que crece en el corazón, una pequeña llama de amor viva al Señor, un pan compartido con los pobres, mirar, escuchar, acompañar y curar la herida de los que sufren: todo eso y mucho más es oración. Dejémonos guiar por Maía en este tiempo de espera y vigilancia activa. 

"Ven, Señor Jesús, te necesitamos. Acércate a nosotros. Tú eres la luz: despiértanos del sueño de la mediocridad, despiértanos de la oscuridad de la indiferencia. Ven, Señor Jesús, haz que nuestros corazones distraídos estén vigilantes: haznos sentir el deseo de rezar y la necesidad de amar”.

*** Con el siguiente video te invito a orar y centrarte en este tiempo de adviento.